Hace nueve años, dejamos a papá en cuidados intensivos.
Estaba muy grave, no habia mucha esperanza.
Hicimos una pausa breve, casi simbólica, para el almuerzo y, de alguna manera,
para celebrar la vida. Íbamos con una torta en las manos, esa que llevaba el nombre de mi hermano menor escrito con crema: Héctor Fabio.
Era su cumpleaños, y aunque el ambiente era tenso, queríamos regalarle un momento, una chispa de normalidad entre tanto dolor.
Pero él venía hacia nosotros después de una llamada de la clínica, con la mirada distinta. Se acercó, y antes de decir palabra alguna, se quedó en silencio.
Y nosotros, sin saber aún lo que ocurría, comenzamos a cantarle el “Happy Birthday”, como cada año, como era la costumbre.
Las lágrimas le corrían por las mejillas mientras escuchaba la canción.
Cuando terminamos, con la voz quebrada, apenas pudo decir:
—Papá acaba de partir... El mundo se detuvo por un instante. Era una noticia que,
en el fondo, sabíamos que podía llegar… pero no ese día, no en ese momento.
El silencio fue absoluto. Todos lo sentimos. El alma se encogió. Y entonces,
mi hermano solo murmuró, con una mezcla de dolor, amor y desconcierto:
—Algún día… solo quiero preguntarle:
Papá, ¿por qué escogiste ese día? ¿Por qué justo este día, papá?
Y como desde hace nueve años, el día comienza recordando la partida de papá…
y después, celebrando tu vida,
!Porque nadie se parece más a él que tú querido hermano!
Hay días, cuando estás en casa, que te escucho hablar…
cierro los ojos, y juro que es su voz la que resuena.
Cuando tomas las riendas y nos organizas, cuando planificas cada detalle,
cierro los ojos y lo veo a él.
Hasta en tus discusiones lo veo, con esa pasión suya,
con esa energía que llenaba el espacio.
Pero tú llevas algo más: una virtud que lo engrandece a él en ti.
Esa voluntad tuya de querer mejorar cada día.
Hoy celebramos tu vida, tu camino, tu historia.
Y también celebramos esa parte de papá que vive en ti, que nos lo devuelve
en gestos, en palabras, en actos de amor y generosidad,
Feliz cumpleaños, hermano.
Gracias por ser el puente entre la memoria y el presente,
por ser raíz y fruto al mismo tiempo.
Te amo.
Comunícate con nosotros al marthinyapalacios@gmail.com si no puedes encontrar una respuesta a tu pregunta.
El horario de Marthinya Palacios Arana es de lunes a sábado de 10:00 a 19:00 y domingo de 11:00 a 18:00.
Marthinya Palacios Arana está ubicado en la ciudad de Cali, Valle del Cauca
Por el momento no contamos con domicilios puesto que no hemos habilitado nuestra tienda aún ni contamos con la venta de productos físicos que requieran envío a domicilio.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.